El deporte es cultura - La cultura del deporte

Por Natalia Freire

La Deporteca

El legado de Fosbury



 
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Los Juegos de México'68 fueron, posiblemente, los más turbulentos y espectaculares de la historia pues se produjeron muchas situaciones impactantes que pasaron a formar parte de la memoria colectiva tanto en el plano social como en el deportivo.
 
Entre ellos, la protesta del 'Black Power', movimiento que surgió a finales de los años sesenta que consistía en ensalzar las virtudes de la raza negra, y que llevaron a cabo los atletas Tommie Smith y John Carlos tras lograr el Oro y el Bronce respectivamente en la prueba de 200 metros lisos levantando sus puños y bajando sus cabezas.
 
Pero también se produjeron hechos puramente deportivos como el declive de Abebe Bikila que afectado por la altitud tuvo que abandonar en el kilometro 17 de la prueba de maratón, el cuarto oro seguido del discóbolo Al Oerter, el salto de longitud de Bob Beamon y el de altura de Dick Fosbury que cambiaría para siempre la forma de saltar en esa disciplina.
 
Era la primera vez que se saltaba sobre una colchoneta y no sobre arena. Hasta entonces todos los saltadores de altura de la historia habían aprendido la técnica de saltar hacia adelante, con las piernas recogidas para superar el listón, rodillo ventral, occidental o el estilo tijera. Pero Fosbury probó a hacerlo de otra forma: saltaba de espaldas.
 
Lo que hoy en día es algo normal entonces parecía una locura aunque él ya saltó así en las pruebas de clasificación para los Juegos de México. Era espectacular y novedoso pero lo que nadie esperaba es que se hiciera con ese Oro olímpico tras saltar 2,24m. Desde entonces esa técnica para saltar es conocida como Fosbury Flop.
 
Sin embargo, después de revolucionar la forma de saltar altura y de cambiar para siempre la técnica, Fosbury, que tenía 21 años, no volvió a saltar. Tras conquistar el Oro anunció en rueda de prensa que dejaba de competir porque su objetivo era quedar entre los cinco primeros y no estaba preparado para el triunfo.
 
Y así fue. Pero dejó un legado enorme porque desde entonces no se salta de otra manera. Y él está tranquilo y feliz de haberlo hecho de esta forma.
 
En alguna ocasión declaró que el salto de espaldas ya lo practicaba en el instituto y al verle todos le consideraban un loco, un snob o un rebelde que no acataba las normas pero que cuando ganó el Oro todos le consideraron un héroe. Y es que, la mayoría de las veces a veces, si se cree en algo, hay que hacerlo con todas las consecuencias, aunque parezca una locura porque a veces las locuras se vuelven hazañas. Como hizo Dick Fosbury en 1968 o Ruth Beitia en 2016. Con 21 años o con 37 siempre hay que creer y luchar por los sueños.
 
Como nosotros, los corredores populares que corremos y nos marcamos metas que pueden parecer inalcanzables pero que perseguimos aunque seamos en la línea de llegada EL ÚLTIMO RUNNER.
 

 

Ver el salto de Fosbury en Mexico 68


Ver el salto de Fosbury en Mexico 68


 


 

 

 

 

 

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