El deporte es cultura - La cultura del deporte

Por Natalia Freire

La Deporteca

José Luis González. Pista cubierta. Corazón abierto



 
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El atletismo español está experimentando un resurgimiento. Nuestros atletas están volviendo a ocupar lugares en los pódiums internacionales. El ejemplo más claro lo tenemos en Ruth Beitia, Campeona Olímpica en salto y en Orlando Ortega, subcampeón olímpico de 110 metros vallas en Río 2016. Pero además el atletismo español se está renovando con una ilusionante generación de jóvenes talentos.
 
Es posible que muchos de ellos ni siquiera se hubiesen dedicado al atletismo de no ser por el legado de veteranos como Fermín Cacho, Martín Fiz o como el atleta más laureado en pista cubierta: José Luis González.
 
Entre 1982 y 1992 ganó tres Campeonatos de Europa Indoor en 1.500 metros y dos en 3.000 metros además de un segundo y un tercer puesto también en esa distancia.
 
Pero, aún siendo uno de los mejores atletas del mundo, tuvo su momento de frustración. Fue en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1984. Quedó fuera de la final y declaró ante los medios que era un fracasado por quedar eliminado a las primeras de cambio y ver alejarse el sueño que el toledano tenía desde niño: ser campeón olímpico de 1.500. El disgusto fue tan tremendo que hasta se planteó dejar el atletismo.
 
José Manuel Abascal y Andrés Vera, que habían pasado con comodidad a semifinales, observaban atónitos la reacción del que era el líder de aquel grupo de atletas. ¡El hombre que había ganado a Sebastian Coe decía que era un fracasado y que dejaba el atletismo!
 
En el autobús de vuelta a la villa olímpica José Luis González felicitó a Abascal por su carrera y luego fue a sentarse solo. Tal era la desazón que sentía. Entonces José Manuel Abascal se acercó a él, se sentó a su lado, agradeció el apoyo que le había prestado durante la temporada y le dijo:
 
"Lo siento. Con todo lo que te has estado preparando... Esto nos puede pasar a cualquiera. Sé que te recuperarás".
 
Las palabras de Abascal fueron premonitorias porque tras aquella decepción en los Juegos de Los Ángeles 84 José Luis González siguió corriendo y ganando campeonatos. No hay más que ver su palmarés para darse cuenta de que estamos ante uno de los mejores atletas españoles de la historia. Él es la prueba de que muchas veces un traspié puede convertirse en un revulsivo, un acicate para continuar con una brillante carrera. No hay más que abrir el corazón y escuchar que nos pide seguir corriendo.
 
José Luis González es un ejemplo para nosotros, los corredores populares, que sabemos que nuestro triunfo es mejorar con cada zancada y seguir luchando por ser mejores aunque en alguna ocasión crucemos la meta siendo EL ÚLTIMO RUNNER.
 

 

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Una de las muchas magníficas carreras del Galgo de Toledo, José Luis González


 


 

 

 

 

 

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