Es ya una tradición que el primer domingo de febrero se celebre el partido de la Super Bowl, la final del Campeonato de la National Football League (NFL) que enfrenta al Campeón de la Conferencia Nacional (NFC) y al de la Conferencia Americana (AFC).
 
La Super Bowl es el evento deportivo más visto por televisión al margen de los Juegos Olímpicos y los Mundiales de Fútbol pero no olvidemos que es un evento nacional que sólo decide el Campeón de Estados Unidos cada año y los otros dos son internacionales y se celebran cada cuatro años.
 
En Estados Unidos se consume más cerveza y patatas fritas durante el encuentro que en el resto del año. El día del partido es conocido como el Super Sunday y es casi una fiesta nacional. A lo largo de toda la semana se celebran todo tipo de eventos deportivos y culturales en la ciudad en la que se celebra el partido.
 
Este año será San Francisco la que acoja la 50 Edición de la Super Bowl que decidirá el Campeón de Liga de la temporada 2015-2016 entre los Denver Broncos y los Carolina Panthers en el Levi's Stadium de Santa Clara (California), sede de los San Francisco 49ers.
 
Será un encuentro de muchos contrastes; empezando por los Quaterbacks de los dos equipos.
 
Por un lado, Peyton Manning, de los Denver Broncos. Está considerado como el tercer mejor Quaterback de todos los tiempos, sólo por detrás de Joe Montana y Johnny Unitas. Además, Manning podría retirarse ganando un anillo de la Super Bowl.
 
Por el otro, Cam Newton, de los Carolina Panthers, considerado el Quaterback del futuro.
 
Pero Cam Newton no es el único jugador célebre de Carolina porque este equipo cuenta con un jugador muy especial. Se trata de un tackle ofensivo cuya historia inspiró un libro que después se llevó al cine. Su nombre: Michael Oher.
 
Michael pasó su infancia de un lugar de acogida a otro pues su madre era adicta al alcohol y al crack y su padre siempre estaba en prisión. Ya desde pequeño destacó como jugador de fútbol y esa cualidad le llevó a ser admitido en la escuela Briarcrest Christian a pesar de no tener un hogar ni residencia fija.
 
Hasta que en 2004 una familia que tenía hijos en esa misma escuela le adoptó. Le ayudaron a mejorar su nivel académico y evolucionó en su juego hasta ser seleccionado por los Ravens de Baltimore en la primera ronda del Draft 2009 de la NFL.
 
Éste es el argumento del libro The Blind Side The Evolution of a Game (El lado oculto: La evolución del juego) del escritor Michael Lewis publicado en 2006. Tres años después, en 2009, se rodó la película The Blind Side que en España se tituló Un Sueño Posible
 
Está dirigida y escrita por John Lee Hancock. El actor Quinton Aaron interpreta a Michel Oher aunque, sin duda, el protagonismo de esta película es para Sandra Bullock que se metió en la piel de su madre adoptiva. Ese trabajo le sirvió para ganar un Oscar, un Premio del Sindicato de Actores y un Globo de Oro.
 
Pero lo mejor de Un Sueño Posible no es la interpretación de la Bullock, que está perfecta en el papel de madre adoptiva de clase media alta capaz de hacer lo que sea por ayudar a su hijo, ni que esté basada en hechos reales. De hecho, el propio Michael Oher ha confesado en alguna ocasión que no le hizo mucha gracia la película y que hubiese preferido que no se hubiese filmado.
 
Lo mejor es que la realidad superó a la ficción. La película acaba cuando Michael Oher es seleccionado en la primera ronda del Draft de la NFL en 2009 por los Ravens de Baltimore. Pero es que esa temporada fue segundo en las votaciones de la Asociación de la Prensa como novato ofensivo de año.
 
Cuatro años después, el 3 de febrero de 2013, logró el Anillo de Campeón de la edición número XLVII de la Super Bowl con los Ravens ante los San Francisco 49ers.
 
Al año siguiente firmó un contrato con los Tennessee Titans con los que estuvo una sola temporada porque desde 2015 es jugador de los Carolina Panthers y con ellos podría ganar su segundo Anillo de Campeón de la Súper Bowl el próximo domingo 7 de febrero en San Francisco.
 
Estados Unidos, la tierra de las oportunidades. La historia de Michael Oher confirma que hay sueños que pueden hacerse realidad incluso dos veces.