Aunque su fútbol estaba cargado de matices y recursos era un hombre de costumbres sencillas. No le gustaba complicarse con discursos enrevesados y sus palabras siempre eran directas, claras, sin adornos. Como el blanco inmaculado del color de la camiseta del equipo de su corazón. Recordando su carácter, da la impresión de que eligió marcharse casi el mismo día que llegó porque Don Alfredo Di Stéfano nació un 4 de julio de 1926 y murió un 7 de julio de 2014. En estos días cumpliría noventa años uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos y también se cumplen dos desde su fallecimiento. Pero su recuerdo permanecerá eterno en la memoria de todos los que aprecian el buen fútbol.
 
De Di Stéfano se ha escrito mucho y muy bien porque era un futbolista extraordinario que inspiraba poesía en cada toque de balón. Quizás por eso Julio César Iglesias puso como única condición cuando publicó su libro La Esfera y el Guante de editorial Córner que esta magnífica colección de artículos sobre fútbol y boxeo comenzara y terminara con sendos capítulos dedicados a Don Alfredo. Cuenta Julio César Iglesias que cuando le preguntaron al brasileño Waldir Pereira, más conocido como Didí, que quién era mejor si Pelé o Di Stéfano contestó:
 
-Edson es Pelé diez minutos por partido. Alfredo es Di Stéfano los noventa.
 
No sólo demostró tener talento para el fútbol. También lo tenía como escritor. La prueba está en su libro biográfico titulado Gracias, Vieja. Memorias del mayor mito del fútbol de Editorial Aguilar. A través de sus páginas nos conduce por un viaje hasta una época irrepetible en lo referente a lo futbolístico y repleta de cambios sociales e históricos salpicando cada uno de los capítulos con anécdotas sorprendentes y divertidas que nos muestran a un futbolista que amaba su profesión y detestaba muchas de las cosas que la rodean. Pero también podemos conocer al Di Stéfano humano. Sus gustos, sus opiniones y sus críticas.
 
Inspirándose en el título de este libro el grupo Malevaje compuso un hermoso tango que titularon, Gracias, viejo.
 

 
Además de su autobiografía hay otro libro sobre su vida escrito por Enrique Ortego y Luis Miguel González, publicado por Everest en 2010 y titulado Di Stéfano: Historias de una leyenda. Desde la distancia los autores nos presentan al hombre que cambió la historia del Real Madrid y contribuyó sobremanera para que el club blanco fuera elegido por la FIFA el mejor club del siglo XX. El futbolista total. Un adelantado a su época. Que atacaba y defendía. Jugaba arriba y abajo. Era ese jugador completo que es tan apreciado en el fútbol moderno. Un jugador de equipo pero con un talento que sobresalía sobre el resto y que al mismo tiempo los hacía parecer mejores.
 
“Ningún jugador es tan bueno como todos juntos”.
 
Cinco Copas de Europa, ocho Ligas, una Copa de España, una Copa Intercontinental, cinco títulos de máximo goleador, dos Balones de Oro y un Super Balón de Oro son sus trofeos más valorados. Internacional por Argentina y por España, después fue entrenador y también Presidente de Honor del club de sus amores.
 
Hay otro libro escrito por Pablo Brotóns, publicado en 2002 por Recoletos, que se titula Di Stéfano: el "9" fue un diez que se centra principalmente en su forma de jugar y en cómo revolucionó el estilo de juego y la mentalidad ganadora del Real Madrid. Su título bien resume lo que consiguió.
 
“En el Real Madrid a la gente no le interesa ganar sin haber jugado bien”.
 
Durante algunos años, además de futbolista, Alfredo Di Stéfano fue actor. Antes de llegar a España ya protagonizó en 1949 una película en Argentina titulada Con los mismos colores. Dirigida por Carlos Torres Ríos con guión de Ricardo Lorenzo Rodríguez, actuó junto a los futbolistas Norberto Méndez y Mario Boyé en un melodrama deportivo en el que tres chicos de origen humilde y que pertenecen a tres clubes rivales, Di Stéfano a (River Plate), Norberto Tucho Méndez a (Racing de Avellaneda) y Mario Boyé a (Boca Juniors) olvidan su rivalidad al convertirse en estrellas de la selección argentina.
 
Nada más aterrizar en Madrid en 1954, teniendo aún la nacionalidad argentina, participó en la película Once Pares de Botas que, según Carlos Marañón, es la gran película sobre el fútbol en España en la que todos los estamentos están representados: plantilla, cuerpo técnico, dirigentes y aficionados.
 
En esta película dirigida por Francesc Rovira i Beleta y protagonizada por José Suarez, María del Carmen Pardo, Pepe Isbert y Mary Santpere, participan, además de Di Stéfano, otros futbolistas entre los que estaban Antoni Ramallets, Jacinto Quincoces, Gaínza, Campanal, Puchades, Luis Molowny, Pasieguito, Lesmes, Zarra, Venancio, Biosca, y Josep Samitier como secretario técnico e Ignacio Aldecoa (entrenador). Pero también aparecen los locutores Matías Prats, Miguel Ángel Valdivieso, Federico Gallo y Manuel Cano.
 
Un par de años después le llegó la oportunidad de ser actor protagonista. Fue en la película Saeta Rubia de Xavier Setó.
 
Una de mis escenas favoritas es en la que se le ve ayudando con sus consejos a un grupo de chiquillos a llevar una vida más próspera gracias al fútbol.
 

 
En 1962 también protagonizó La Batalla del Domingo de Lluís Marquina junto a Isabel Garcés, Mary Sampere, Manolo Gómez Bur e Ismael Merlo. Se trata de una biografía dramatizada para la que se utilizaron muchas imágenes reales de partidos narrados por Matías Prats. Viendo estas imágenes los más jóvenes pueden comprobar que lo que cuentan aquellos que le vieron jugar se ajusta a la realidad pues algunas de las jugadas son asombrosas. Aunque el momento más emocionante de la película es cuando el jugador se despide del estadio que tantas tardes de gloria celebró junto a él.
 

 

 
Escritor, actor, entrenador pero, sobre todo, un futbolista de leyenda. Una saeta y un tango. Un canto religioso y un género musical nacido en los suburbios. Así era su fútbol. Así era Di Stéfano: una perfecta unión entre lo divino y lo humano.