El deporte es cultura - La cultura del deporte

Por Natalia Freire

La Deporteca

EL BIGOTE



 
Arteche Atlético de Madrid

Yo quería conocer mundo y por eso me instalé con un marino pero la brisa del mar no iba conmigo y me mudé con un político. Viajaba mucho, sí; lo malo es que las mentiras me dan alergia y viviendo con un político me pasaba el día estornudando. Así que me fui con un militar. Viajé a lugares lejanos pero pasé mucho miedo y la mayoría de las veces tenía que estar serio y muy tieso. Por fin encontré mi compañero ideal: un futbolista. Era alto y delgado, como su padre, y moreno. Central, de los de antes. Aguerrido, ganador y luchador. Ya no se encuentran defensas como él. Y aunque a los delanteros de los equipos rivales les daba miedo la verdad es que era un pedazo de pan con un corazón tan grande como grandullón era él. Y se reía un montón. ¡Hasta metía goles! Recuerdo una vez que metió dos seguidos y su equipo remontó un partido perdido. Qué bien lo pasábamos. Viajábamos, hacíamos deporte, bromeábamos con los amigos, disfrutábamos de la familia… Y, una vez retirado, jugábamos al golf. Hasta que un día le convocaron para jugar un partido contra un rival muy duro. Luchó como siempre pero perdió. Decidí hacer con él ese último viaje porque sé que a Arteche siempre le recordarán conmigo, con su bigote.


 

 

 

 

 

 

 

© La Deporteca 2015. Todos los derechos reservados. ladeporteca@gmail.com